La búsqueda del Villa de Pitanxo en Terranova (Canadá) ha dado resultados. Este mismo viernes el buque Ártabro descendía en las aguas en las que hace un año y algo más de tres meses se hundía el pesquero marinense Villa de Pitanxo, terminando con la vida de 21 marineros de los 24 que componían la tripulación a bordo.
Nada más tener constancia de forma oficial de la localización del pesquero, las familias de los marineros fallecidos han sido las primeras en recibir el comunicado oficial de que verdaderamente el robot submarino había encontrado en el día de ayer al Villa de Pitanxo. El pesquero naufragó el 15 de febrero del año pasado en aguas de Canadá en mitad de una fuerte tormenta. El buque Ártabro, encargado de la misión de localización e inspección de los restos del Villa de Pitanxo confirmó que los restos hallados pertenecían al barco marinense, según una última hora de la la web de TVG24gal.
Ahora, el siguiente paso será grabar las imágenes de los restos del barco con el objeto de esclarecer las causas de lo ocurrido. Las familias, que siempre solicitaron el descenso al barco hundido para buscar las pruebas de lo que ocurrió entonces, verán así reconocida esta petición.
Más cerca de saber la causa del naufragio
Este viernes y tras localizar la estructura metálica en la misma zona del hundimiento, las familias se mostraban «expectantes y esperanzadas» de que el Ártabro confirmara su localización. El marinero Samuel Kwesi, quien ofreció una exposición de los hechos que contradice la declaración del patrón del pesquero, Juan Padín, y su sobrino Eduardo Rial, apuntaba a posibles negligencias que finalmente desembocaron en la tragedia.
Mientras Samuel Kwesi sostiene que el aparejo del barco había embarrado en el fondo del mar, lo que provocó que comenzase a entrar agua y se parase el motor del buque, el capitán del Pitanxo y su sobrino, Juan Padín y Eduardo Rial (los otros dos supervivientes), aseguran que el motor se paró repentinamente, lo que hizo que el agua comenzase a entrar.
Tras tomarles declaración, el magistrado que lleva el caso les prohibió salir de España, retirándole el pasaporte e imponiéndole una medida cautelar de comparecer cada quince días en sede judicial.