Esta pequeña novela (solo tiene 120 páginas) titulada “La llave misteriosa y lo que abrió” ha sido una gran sorpresa literaria. Hasta que no ha sido publicada por la Editorial Funambulista en su Colección de Grandes Clásicos, la autora de Mujercitas, Louisa May Alcott no ha podido llegar al lector español con una novela corta de misterio que el lector no acierta a descubrir hasta llegar el final.
En ella, el amor parece reinar en la mansión de los nobles Richard y Alice Trevlyn, situada en la bucólica campiña inglesa; sin embargo, la visita intempestiva de un extraño y unas palabras intercambiadas entre éste y su esposo, que Alice escucha a escondidas, son el principio de una inexplicable tragedia que alterará para siempre la tranquilidad de la familia Trevlyn.
¿Qué nefastas noticias habrá traído consigo el visitante? ¿Por qué cae Alice en un estado de debilidad física y mental que ni siquiera consigue aliviar la presencia de su bebé Lillian? ¿Qué relación tendrá en todo esto la aparición, unos años después, de Paul, un joven que entra al servicio de lady Trevlyn y de su hija adolescente? ¿Y qué abrirá la misteriosa llave que da el título a esta deliciosa novela breve.
Suspense hasta el final
Llena de suspense hasta la última página, La llave misteriosa y lo que abrió es, como afirma en la introducción Micaela Vázquez Lachaga, traductora de la obra, una «combinación de ingredientes que sin duda atraerá a cualquier lector que disfrute con las historias de misterio y romance decimonónicas, así como a todo aquel que aprecie la obra literaria de Louisa May Alcott
Su forma de narrar tiene mucho que ver con el periodismo. Los Victorianos, con Charles Dickens a la cabeza, publicaban extensas obras no como libros sino como artículos. La fórmula que utilizaban para lanzarlo al público no era el formato actual sino los periódicos o revistas. Cada cierto tiempo salía un capítulo nuevo que la gente esperaba con expectación y leía oralmente al resto de la familia. Era todo un acontecimiento.
Y claro, lo que sabemos los periodistas, porque nos lo meten en la cabeza hasta la saciedad durante la carrera, es que el titular manda, por eso es tan importante enganchar al principio, casi en la primera línea. Si nadie se interesa por el titular nadie leerá el resto.
Por el contrario, si un artículo o novela atrae, podrá seguir a la entradilla y si ésta gusta continuará hasta el primer párrafo y quien sabe si al final. Pues bien, en esta novela ocurre lo mismo con capítulos llamativos y la fórmula de la pirámide invertida de las noticias: lo importante arriba para colocar el gancho al final. Es el gran logro de May Louisa Alcott.