La Feira do Lago Castiñeiras congrega a los marinenses en un entorno natural, musical y artesano

Pulpo y churrasco en plena naturaleza. Ayer, domingo, fue el día clave en la Feira do Lago Castiñeiras en un emplazamiento distinto a la tradicional, cercano al Observatorio Natural, y algo más alejado al propio Lago para respetar el medio ambiente.

Hasta allí se acercaron un gran número de marinenses atraídos por una oferta en la que se contemplaba puestos de artesanía (hierbas para tisanas, bisutería, cuero, cerámica, entre otros), música y churrasco (chorizo criollo, pollo) y otros manjares, regados con vino y cerveza en mesas ubicadas a la sombra en medio del monte.

Además, se pudo disfrutar de «maestros cesteiros» que creaban cestos para deleite de los visitantes. También hubo cerveza artesanal y miel.

Cotorredondo

El Lago de Castiñeiras se encuentra a una altitud de 550 metros sobre el nivel del mar y está situado dentro del Parque de la Naturaleza de Cotorredondo, el cual abarca parte de los municipios de Vilaboa, Marín y Moaña.

Es un lugar ideal para aquellos que buscan relajarse y disfrutar de tranquilidad. Además de ser una zona de ocio, el parque cuenta con diversas atracciones, como el Centro de Recuperación de la fauna silvestre, un Aula de la Naturaleza, un Coto de Pesca y un Parque infantil.

El entorno natural del lago ofrece senderos bien definidos que permiten apreciar la variada fauna y flora del área, así como numerosas fuentes, parques infantiles, mesas y barbacoas para el disfrute de los visitantes. Incluso se pueden avistar caballos salvajes pastando libremente en sus verdes campos. Todo esto hace que el lugar sea perfecto para practicar diversas actividades deportivas, como ciclismo, equitación y senderismo.

Dentro del parque, hay casetas informativas que ofrecen detalles sobre los itinerarios y las actividades disponibles. A aproximadamente 1 kilómetro del lago se encuentra el Mirador de Coto Redondo, desde donde se pueden admirar las hermosas vistas de la ensenada de San Simón en la ría de Vigo, y en el extremo opuesto, la ría de Pontevedra. Incluso en días despejados, se pueden divisar las vistas de la ría de Arousa