Si existiese un término para definir Extrañas (Alfaguara, 2023) la última novela de Guillermo Arriaga, si participasemos en una entrevista televisiva (las hay pero están ocultas, ahogadas entre la telerealidad y el patetismo de los aspirantes a cantantes o chefs) en la que a modo de conclusión se solicitaba al entrevistado que emparejase o etiquetase a una persona con un término concreto, podríamos utilizar perfectamente valentía.
De manera más concreta y por homenajear a autor y protagonista por igual, sería lo más adecuado optar por un sinónimo pretérito y optar por brío o denuedo, mucho menos comunes actualmente, pero a buen seguro que utilizados en la época en que se desarrolla la narración, las décadas finales del siglo XVIII.
Brío, denuedo, valentía en sumo, definen a escritor y su personaje. Empecemos por este, William Burton, narrador en primera persona, primogénito de una de las más importantes fortunas del Reino Unido y que tras saber de la existencia de unos seres deformes de nacimiento y maltratados o directamente tratados como bestias y alojados en cuadras o gallineros de las propiedades familiares, plantea a su padre la posibilidad de dedicarse a la medicina con el pretexto de atender casos similares.
Mundo rural y feudal
El deseo del heredero Burton chocará de frente con los designios paternos, dueño de tierras, voluntades y vidas, representante de un mundo rural y feudal en el que en 1781 la Ciencia no posee relevancia social (“oficio de charlatanes”) y es secundaria frente a la voluntad divina. La firmeza paterna le apartará de títulos y prerrogativas y zanjará imperturbable la relación filial con el mundo del que provenía y que ahora abandonará para dedicarse a la medicina.
Siguiendo a Burton, la novela es un viaje geográfico por un mundo que nada tiene que ver con el que le fue determinado por nacimiento. En él conocerá la farmacología y la preparación de remedios de la mano del alquimista Wright, dará el salto a Edimburgo en busca de formación universitaria y más tarde a Londres donde con el doctor Black, eminente cirujano, entregado tanto a la medicina como a la absenta, se especializará en enfermedades poco comunes, antes de emprender el viaje definitivo a Egipto y Abisinia en busca de conocimiento para curar a las hermanas siamesas que dan título al libro.
Pero también protagoniza Burton un viaje personal en el que descubrirá supervivientes en una maraña de pícaros, prostitutas, delincuentes y especialmente, enfermos y seres maltratados que marcarán toda sus profesión en un mundo cambiante marcado por el desarrollo urbano y la incipiente industrialización.
Valentía de Arriaga
Y valentía es lo que demuestra Guillermo Arriaga, escritor y guionista consagrado, asumiendo un reto como el de Burton. Como él, Arriaga también huye de sus lugares comunes geográficos y argumentales, por mucho que aquí como en su estupenda anterior novela (Salvar el fuego, 2020) los protagonistas coincidan en optar por la pasión – allí amorosa, la de la burguesa acomodada entregada al amor de un sicario del narco, aquí la de Burton por la ciencia, también por defender su matrimonio con una antigua prostituta- antes que por conformarse con disfrutar su status social.
Asume también Arriaga un desafío formal del que sale airoso: poco tiene que ver el estilo
de Salvar el fuego , narrada en planos temporales y por voces diferentes con el de este
Extrañas, con una voz única y ritmo frenético, sin apenas descanso ni puntos, con la
coma forzando las pausas, con un trabajo documental tan puntilloso como obvio y con
algunas decisiones del autor que no por sorprendentes (Arriaga no emplea palabras
creadas o aceptadas con posterioridad a 1780, no aparece “que” alguno en todo el
texto…) deberán atemorizar al lector ni mucho menos desistirle de su lectura.
Y no lo deberán hacer porque aún siendo irregular y en ocasiones redundante, esta es
una novela de aventuras como las de Amin Maalouf o, como, permítaseme, las de Robert
Louis Stevenson, capaz por igual de evadir al lector como de hacerle reflexionar sobre las
elecciones que la vida plantea.