Diario Marín
Por Susana Criado, periodista especializada en información económica. Directora de Capital Intereconomía en Radio Intereconomía
¿Sabías que el 40% del ahorro de los españoles está en cuentas corrientes o en depósitos? Esto significa que el dinero está parado y que pierde la batalla contra la inflación sin ofrecer resistencia alguna.
El dinero que no se invierte pierde valor, es decir, si hoy en día con 20 euros puedes comprar una hamburguesa, patatas, bebida y postre, dentro de dos años al postre no llegarás con esa misma cantidad.
Tu dinero parado no renta y es por ello que debes dar un paso hacia la inversión. Probablemente argumentarán que invertir significa asumir un riesgo importante.
Depósitos
Sí, pero ¿no te parece más arriesgado aún firmar con un depósito que pierdes entre un 3% y un 4% de interés real frente a la inflación? Si un depósito a un año renta en torno a un 2% y la inflación subyacente -la más enquistada y la que excluye alimentos y energía- ronda el 6% ¡firmas que dejando tu dinero en un depósito pierde valor!
Y si ya te he convenido para dar el sato de ahorrador a inversor, ahora toca ponerse manos a la obra. ¿Qué vehículo? ¿Qué activo? ¿Bolsa o bonos? Desde mi humilde opinión la mejor opción es colocar tu dinero en un fondo de inversión o en una cartera de fondos.
Fondos de inversión
¿Porqué? Porque el fondo de inversión es un vehículo que te da acceso a cualquier activo -bolsa, bonos, inmobiliario, capital privado, materias primas …- en cualquier región del mundo; porque ofrece liquidez, una gestión profesional y una seguridad jurídica impecable.
Fondos de inversión hay miles registrados en España. Gestoras de fondos de inversión hay cientos en nuestro país. ¿Cómo elegir bien? Si de ahorro no sabes, lo mejor es delegar el asesoramiento a un profesional.
Cuando estás enfermo vas al médico, cuando se avería tu coche vas al mecánico, cuando falla tu ordenador vas al experto informático … pon un asesor financiero en tu vida ¡ni es caro, ni es para altos patrimonios! Él te ayudará a convertir su ahorro en inversión y plantarle cara a la inflación. ¡A por ello!
