¿Estamos en la antesala del estallido de otra burbuja inmobiliaria?

Pagar el alquiler de un piso en las ciudades más baratas de España supone ya la mitad del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Los grandes colosos del negocio inmobiliario, los fondos buitre, observan ya síntomas de agotamiento del mercado.
24 de agosto de 2023
obras en marín,

Cuando Londres estornuda, Madrid se constipa. Recientemente se podía leer en un informe de la Oficina Nacional de Estadística de Reino Unido que el coste medio de una casa en la capital británica había descendido un 0,6% respecto a junio de 2022. Quizás sea una minucia, algo insustancial, sin embargo, para quienes seguimos el mercado inmobiliario con detenimiento resultó un dato de lo más esclarecedor, inesperado y que dice mucho de la industria, porque desde 2019 el mercado británico no experimentaba un descenso en el precio de las casas.

¿Estamos en la antesala del estadillo de otra burbuja inmobiliaria? Si miramos el comportamiento de los grandes inversores, los fondos de inversión estadounidenses e ingleses en el mercado español, quizás podamos concluir que algo se acerca. No podemos predecir de qué dimensiones estamos hablando, pero desde luego algo va a cambiar. Los grandes colosos del negocio inmobiliario, los fondos buitre, llevan algo de tiempo con sus inversiones paralizadas a la espera de ver lo que ocurría con el Gobierno de Pedro Sánchez y su Ley del Alquiler, con la que se sienten muy a disgusto.

La interpretan como un dardo envenenado a su Core Business. A su negocio más importante: el alquiler, porque de ahí es donde obtienen la máxima rentabilidad que dan a sus partícipes, a los ahorradores que depositan sus ahorros para que ellos puedan luego comprar activos inmobiliarios por todo el mundo. Hasta ahora el mercado español había sido atractivo, pero ya empieza a ofrecer síntomas de agotamiento y ellos lo saben.

Ahora, ya, dan por hecho que los Socialistas gobernarán con Sumar y que habrá límites al pago del alquiler. Recientemente un artículo de Cinco Días explicaba que pagar el alquiler de un piso en las ciudades más baratas de España suponía ya la mitad del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), que actualmente se sitúa en 1.080 euros en 14 pagas y 1.260 euros prorrateado en 12 pagas. Un alquiler de piso en Lugo, Jaén o Huelva costaba 600 euros mensuales, el 50% de los ingresos de una persona con un SMI, lo que aleja la recomendación que hace el Banco de España para que este coste no supere el 30% de los ingresos de un particular.

Tres salarios mínimos para las ciudades más caras

El drama, sin embargo, no está en estas ciudades sino en las que son un punto de referencia para el trabajo y los estudios que llegan a superar los 3.100 euros mensuales. Esto está limitando las oportunidades de trabajo y de estudio para muchos residentes en España, ya que al no poder asumir estos grandes gastos suelen quedarse en su entorno.

Todo ello podría generar una gran burbuja como ocurrió a finales de 2008, después de la crisis de las subprime en Estados Unidos, de hecho, muchos expertos lo llevan vaticinando desde finales del año 2022. Y es que el sector inmobiliario es cíclico, cada diez años más o menos, suele ocurrir un estallido, así sin ser alarmistas, si sus rentas provienen del mundo inmobiliario, salvaguarde sus ingresos y permanezca atento a lo que hacen los grandes fondos, porque ellos son los primeros en marcharse recogiendo ganancias y para el pequeño inversor sólo suelen quedar las migajas o nada.

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