Vuelta a la jornada continua

31 de agosto de 2023
vuelta al trabajo

No es una utopía. La jornada continua, flexibilización a la hora de entrada y salida, elección completa de vacaciones, teletrabajo son algunas de las ofertas que están utilizando las compañías para captar talento. Solo hace falta darse una vuelta a Linkedin para ver que es así. Para retener a los profesionales, ya no sólo es necesario ofrecer descansos para el café o la fruta para cuidar el bienestar de los mismos, sino que ahora impera una máxima que antes no existía: que el empleado elija. No ocurre en todos los trabajos, pero sí en los de mayor demanda y donde no hay posibilidad de sustitución.

¿Qué ha cambiado para esta transformación? ¿Ha sido el movimiento de Gran Renuncia vivido en Estados Unidos? ¿Ha pasado igual en España? No, la mayoría de los expertos aseguran que no. Aquí, en España, poca gente se ha acogido a la gran renuncia, básicamente quien tenía un patrimonio detrás que pudiera respaldarle a través de rentas de alquiler o algo así, el resto sigue viviendo atado a un trabajo de ocho horas sin posibilidad de exigir cambios.

Sin embargo, la pandemia ha servido para luchar contra el presencialismo de una forma clara, porque quien no desarrolla su tarea, va a comportarse de forma igual en la oficina que en su casa. Eso es así. La persona responsa suele dedicarse plenamente al trabajo no porque nadie le esté vigilando sino por el propio compromiso adquirido.

Flexibilidad horaria

Esto ha originado, que en muchos sectores que eran inamovibles como el de los medios de comunicación, se pueda tras la pandemia escribir desde casa. Evidentemente si alguien tiene que ir a una rueda de prensa, realizar una entrevista o ir a una conferencia, siempre necesitará desplazarse, pero antes era una locura: «llegabas a la redacción sólo para decir buenos días y constatar que habías llegado a tu hora, cogías el bolso y te marchabas, y luego tenías que volver a la redacción a escribir, y luego trasladarte a casa, con lo que podías llegar perfectamente a las 21horas o 22horas por el trayecto», nos comenta una periodista.

«Esto ha desaparecido, desde casa se va a la rueda de prensa y se escribe la información desde el hogar conectado. Cuando uno termina, cierra el ordenador y se pone a cenar», dice.

Esta flexibilidad horaria no puede, sin embargo, sostenerse para la hostelería, uno de los sectores con más vacantes de camareros, pero sí pueden ofrecerse turnos partidos que hagan la carga de trabajo más llevadera. Realizar turnos de ocho horas en jornadas continuas puede ser la solución a este problema de acoplar demanda con oferta. De hecho, se vuelve a mirar con envidia el sistema anglosajón, de camareros estudiantes que hacen un par de horas al día y se van, como modo de completar sus necesidades mientras están estudiando. Todo vale para ofrecer puestos de trabajo con más interés.

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