«Cuando alguien decía: «Quiero ir a casa», lo que de verdad quería decir era que quería dejar de sentirse solo». De vuelta a Casa (Kate Morton, página 717)
El último libro de la australiana Kate Morton, De vuelta a casa, encubre una tapa maravillosa protagonizada por un pequeño pajarillo, un maluro, parecido al gorrión pero de colores, que al igual que la propia historia de la novela no se desvela hasta una no vaa quitando las capas o las carátulas falsas, no va deshojando el libro y dejándolo solo en la verdad de tapa dura. Como la propia edición de la última novela de esta escritora, sólo llegando al final de sus más de 724 páginas, se comprende y percibe su completa dimensión.
Creadora del género familiar, Kate Morton es una de las figuras más sobresalientes de la literatura contemporánea, de las autoras que he he auto denominado NewsVictorians, porque beben de las fuentes de las Victorianas inglesas, aprendiendo de ellas, pero aportando nuevos elementos al género como es la Double Point of View, vidas paralelas en distintas épocas.
Un envenenamiento encubierto
En este caso, se trata de una nieta que intenta descubrir un pasado familiar oscuro en el que una tía lejana, madre y cuatro hijos, se hallan muertos en Australia después de un picnic en Navidad.
Desde casi el principio se sabe o se intuyen que han fallecido por envenenamiento pero se desconoce quién y por qué han sido envenenados, algo que se irá descubriendo poco a poco. El lector disfrutará tanto de ese proceso de investigación como del conocimiento que aporta la lectora del Verano Austral, de las relaciones de familia y los lazos que unen a los británicos con los australianos.
Con una prosa sencilla y muy trabajada, la escritora aporta una visión empatica hacia los personajes, la trama, los lugares que se nota que conoce al dedillo.