Ángela Banzas, escritora gallega, nacida en Santiago de Compostela, ha llegado a Vigo con la misma fuerza que la lluvia. Ayer presentó su última novela La sombra de la Rosa en El Corte Inglés de Vigo y de la mano de AGER, Asociación Gallega de Escritores, ante un público entregado que admiró la capacidad para conectar con la audiencia. Ahora que Sonsoles Ónega ha ganado el Planeta con una obra sobre Galicia, Ángela Banzas alberga ya en su trayectoria tres entregas ambientadas en esta tierra, El silencio de las olas, La conjura de la niebla y ésta última: La sombra de la Rosa.
Licenciada en Ciencias Políticas y Administración por la Universidad de Santiago de Compostela, Máster en el Centro de Estudios Europeos de Negocios, consultora para diferentes administraciones y madre de dos hijos, admite que en su último libro ha querido contar la historia de Cortegada y dar voz a los escritores malditos, algunos de ellos y aunque yo lo desconocía, hasta asesinos. Disfruten de esta entrevista porque no tiene desperdicio. Gracias Ángela por conceder a Diario Marín esta maravillosa entrevista.
Lola Fernández: Me gustaría empezar por su última novela La sombra de la rosa. ¿Qué nos puede decir de esta tercera historia?
Ángela Banzas: Esta novela nace en el proceso de documentación de La conjura de la niebla mientras me ambientaba en la Ría de Arosa. Allí, en la Isla de Cortegada, hubo una persona qué me contó la historia de la Isla de Cortegada que yo desconocía. No era consciente de lo que allí había sucedido hacia un siglo. Como gallega he intentado vehicular toda esa morriña y dar forma a la manera peculiar que tenemos de sentir, de vivir, de ver. Toda mi obra está ambientada en Galicia. No sé qué me deparará el futuro pero sea o no en Galicia, la mirada gallega la llevo de serie.
Lola Fernández: Regálenos esa historia que le contaron…
Ángela Banzas: Me enteré de que a principios del siglo XX, donaron la Isla a Alfonso XIII con la condición de tener que construir un Palacio de Verano para que sirviera de reclamo económico y evitara la fuga de jóvenes a las Américas. Recordemos que nos encontramos en un tiempo en que la sangría migratoria era bestial, desde allí salían barcos cargados de jóvenes que embarcaban buscando nuevas oportunidades. Al final no se construyó tal palacio pero el Rey, muy hábil, consiguió en propiedad privada la Isla y al mismo tiempo, también el Palacio de la Magdalena en Santander. Por lo tanto, logró sus dos objetivos, la Isla para la caza y el Palacio de Verano.
La historia me pareció lo suficientemente interesante. Al estudiar Políticas podía dar algún ramalazo a cuestiones que plantean esos estudios. Después de esto, me dije: «Vale, pero no escribo novela histórica», así que mientras paseaba por el lugar me encontré con el que fue el ayuntamiento de Carril, que ahora ya no constituye un municipio en sí, y ahí en el Centro Artístico, mi imaginación voló a los cuentos góticos de Edgar Allan Poe. Fue entonces cuando empecé a documentarme sobre los escritores malditos y frente a ellos, ¿a quién me encontré? No sólo con su mirada descarnada, sino con otra figura que yo desconocía su existencia: «los escritores asesinos», perfiles más cercanos a la psicopatía, narcisista, sádicos y por eso, la protagonista es una profesora de literatura de La Soborna con raíces gallegas que ella nos va acercando estos dos mundos.
Lola Fernández: Utilizando una de tus frases contundentes: COMO UN VIENTO FRÍO EN LA CARA RECORDÉ LAS PALABRAS EXACTAS DE LA BISABUELA BLANCA, QUE QUERÍA SER ENTERRADA EN EL LUGAR DONDE HABÍA DEJADO EL CORAZÓN, siempre he pensado que serías como nuestra Kate Morton, más cercana al género de Saga Familiar, al misterio que rodea a las familias. ¿Cómo se ve?
Ángela Banzas: Mi primera novela El silencio de las olas resulta más cercana al género de Saga Familiar, la segunda es más «thriller» y ésta reúne características propias. Entiendo que hay que colocar etiquetas a todo. Absolutamente cómoda no me siento con ninguna en mi vida porque aglutina mucho más que el thriller. Vivimos en el tiempo del ruido, no podemos enfrentarnos a lecturas que necesitan más reflexión, por eso necesitaba darles intriga para ayudarles a avanzar pero con más capas: la historia de Cortegada, la vida del autor maldito, las pasiones humanas.
Lola Fernández: El autor Guillermo de Foz cuenta con rasgos tan verosímiles que ha surgido una anécdota en torno a él. ¿En quién se inspira este ficticio personaje?
Ángela Banzas: Sí, sí, sí, me están comentando que en Google la gente busca a Guillermo de Foz, lo cual es un orgullo. La inspiración me viene de todos ellos. De Edgar Allan Poe. Por lo que he leído de él, se trataba de un hombre con mucho carácter. Sufrió depresión, se quedó viudo, cayó en el alcohol, en el láudano. Decía que no concebía la vida sin un amor. ¿Y cómo se protegía? Pues encarándose con la moral de su tiempo, con el capitalismo, pero luego cuando escribía sus poemas veías esa vulnerabilidad que he intentado reflejar en Guillermo de Foz. No sólo me he centrado en este autor, sino en otros. Hay mucho también en Hölderlin. Al igual que las rosas que son tan bonitas, el amor también tiene sus espinas, de ahí el título de esta novela, «La sombra de la rosa».
Lola Fernández: En todas sus novelas utilizas la técnica conocida como “Multiple Voice line story”, donde las novelas transcurren en dos o más tiempos temporales, ¿por qué esa preferencia a la novela lineal? ¿Esos saltos que van de la época actual al pasado?
Ángela Banzas: En calidad de lectora me resulta muy atractivo trabajar el presente y el pasado, pero increíblemente enriquecedor para contar la historia. Las artes plásticas trabajan más los espacios. Yo me centro más en el tiempo. Ahora mismo que estoy gestando mis nuevos personajes para la siguiente novela, los voy alimentando desde pequeñitos hasta su plenitud. Es muy necesario ir mostrando las fases para que se vayan entendiendo las motivaciones de cada personaje, sus causalidades.
Lola Fernández: Además, en esta ocasión, hablas en primera persona de dos personajes: un hombre, Guillermo de Foz, y una mujer, Antía Fontán, la profesora. ¿Cómo le ha resultado escribir en primer persona? ¿Lo ha vivido más intensamente?
Ángela Banzas: Me ha permitido escribir más cómo yo siento el mundo. Guillermo de Foz se ha llevado más parte de mi aliento pero también de mis latidos.
Lola Fernández: En esta novela, también cuenta una historia personal de la protagonista, Antía Fontán, una argentina de orígenes gallegos, que enseña literatura en La Soborna y cuyo matrimonio acaba de romperse… ¿qué quiso reflejar con esta subtrama de desamor?
Como decía antes, con la primera persona he realizado un desarrollo psicológico mucho más hondo y que se refleja en el personaje de Antía también. La tercera persona se trata de un recurso que he utilizado en otras novelas y con el que he logrado dar profundidad a los personajes, pero en estos casos he dado un paso al frente, pero hacia dentro. Como dices el amor siempre tiene dos caras. Con Antía la vamos a acompañar a una disección personal a través de su ruptura matrimonial, pero a medida que la conocemos mientras lee el cuaderno de Guillermo de Foz va a ir madurando. Deconstruyendo el relato en el que ella se siente como una víctima para recuperarse.
¡Qué maravilla de entrevista! Enhorabuena a las dos👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻
¡Me ha encantado! Mil gracias 👏🏻👏🏻👏🏻🤩