El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, informó ayer del inicio de forma inmediata del pago de las ayudas que complementan el Bono social de electricidad del Estado, al cual se destinarán 4,5 millones de euros, más del doble que el año pasado, para llegar a un total de 9.616 familias gallegas, “lo que supone un 60 % más con el año anterior (5.900)”, valoró.
Además, también se incrementa un 50 % la cuantía que recibirán, que puede llegar hasta 675 euros en el caso de las familias numerosas.
En la rueda de prensa tras el Consello da Xunta, Rueda puso en valor que el Gobierno gallego tiene activas desde 2014 ayudas para paliar la situación de necesidad en la que viven algunas familias por el aumento de precios de la electricidad y garantizar de este modo que todos los hogares puedan hacer frente a la factura de la luz.
Mitad de la factura hasta 450 euros
Una forma de hacerlo era a través del bono social eléctrico gallego, por lo que la Xunta sufragaba la mitad de la factura anual a los colectivos más vulnerables, con un máximo de 450 euros.
No obstante, este año la Xunta va a sustituir este bono por una ayuda complementaria a todas aquellas personas beneficiarias del bono social de electricidad de consumidor vulnerable severo del Gobierno central –las que hayan concedido este bono a 31 de diciembre del año anterior- “y que además sean receptoras de la Risga, del ingreso mínimo vital o de una pensión no contributiva”, precisó el presidente gallego.
Para la concreción de los beneficiarios se tuvieron en cuenta los últimos datos disponibles de la Consellería de Política Social e Xuventude para la tramitación del Bono térmico, así como la situación de vulnerabilidad en la fecha de cruce de los datos.
Con el nuevo procedimiento se gana en agilidad y se garantiza que los beneficiarios puedan cobrar el 100 % de las ayudas, pues el pago es una concesión directa que el beneficiario recibirá en su cuenta bancaria sin tener que realizar la solicitud.
Con estos apoyos, el Gobierno gallego pretende paliar la pobreza energética en consumidores vulnerables en riesgo de exclusión social y compensar los gastos necesarios para garantizar el suministro de energía eléctrica.
Así, la Xunta de Galicia sigue fiel a su compromiso con las familias más desfavorecidas que no cuentan con la posibilidad de hacer frente a sus facturas eléctricas, un camino que inició en 2014 con las ayudas del Tícket eléctrico y que se fueron adaptando a las nuevas necesidades. Así, desde entonces, se destinaron más de 12,5 millones de euros a las familias gallegas.