Lola Fernández
La cultura en Galicia genera el 3% de la riqueza de la región y emplea 35. 400 personas. El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, informó ayer de que el Consejo aprobó el proyecto de la nueva Ley de cultura inclusiva y accesible de Galicia, que ahora será elevado al Parlamento para su debate y tramitación, con la intención de que la norma pueda estar aprobada a finales de este año. “Es una normativa que no solo va a ser pionera en España sino en toda Europa”, destacó el titular del Gobierno autonómico.
El conselleiro de Cultura, Educación, Formación Profesional y Universidades, Román Rodríguez, resaltó que el texto que tiene por objetivo facilitar el acceso a la cultura de todos los ciudadanos en sentido amplio al abarcar dos direcciones: la vertiente creativa y generadora de productos y servicios culturales. Rodríguez destacó además que esta propuesta de ley es fruto de un trabajo consensuado con más de 55 entidades en la fase previa y se recibieron observaciones por parte de 11 entidades y los correspondientes informes.
Furgoteca, Territorio Cultura
La tramitación de esta ley forma parte del compromiso de la Consellería de Cultura, Educación, Formación Profesional y Universidades por ofrecer un programa adaptado a todo tipo de públicos y que llegue a todo el territorio gallego. Iniciativas como La furgoteca, el servicio móvil de bibliotecas que funciona en los ayuntamientos del rural de Lugo y Ourense que no disponen de ellas, o programas como Territorio Cultura, que llena las zonas rurales de una oferta cultural diversa y de calidad, o la iniciativa En_Red_arte, que hacemos en colaboración con Cogami. El teatro inclusivo del Centro Dramático Galego en el Salón Teatro, que posibilita funciones en lengua de signos, subtítulos y audiodescrición, así como ofrecer sesiones descontraídas con condiciones de luz especiales para personas con poca tolerancia a espacios cerrados, a los ruidos o a la oscuridad.
Es el caso también del proyecto Galiverso, en la Cidade da Cultura, donde se emplean tecnologías inmersivas y de realidad virtual con el objetivo de mostrar nuestro patrimonio la cualquier persona; o del proyecto Allure, una iniciativa europea liderada por la Xunta de la que surgió ya la aplicación CIMA, que transforma información sobre eventos culturales para hacerla más accesible creando folletos basados en textos sencillos y pictogramas.
Plan de Inclusión Cultural y Observatorio
En el plazo de dos años desde su entrada en vigor, del Plan de accesibilidad y de inclusión cultural en el cual, con la participación de entidades representativas, se detalle la situación de partida y las mejoras que hace falta realizar, y el Observatorio de la Cultura Inclusiva y Accesible de Galicia, que funcionará como un órgano colegiado, de asesoramiento, seguimiento y participación institucional.
Se recoge la creación de líneas de estímulo que tengan en cuenta la perspectiva de género, la diversidad social y la realidad geográfica de Galicia, y que permitan conseguir una mayor participación de colectivos que, por sus características, tengan más dificultades para participar activamente en las actividades de creación cultural. Asimismo, se promoverán acciones encaminadas a digitalizar todo tipo de materiales y recursos del patrimonio cultural de Galicia, en especial el documental y bibliográfico, para su puesta a la disposición del público. También se promoverán en las actividades públicas los descuentos o gratuidades para los colectivos más desfavorecidos o se favorecerá la creación y difusión de agendas culturales compartidas y plenamente accesibles.
Investigación, formación y buenas prácticas
Una de las principales líneas para que estas medidas tengan el mayor éxito posible es el impulso a las acciones formativas para todo el personal de las dotaciones culturales, nombradamente para los que trabajan de cara a el público, en aspectos relativos a la igualdad de oportunidades, no discriminación y accesibilidad universal.
Además, se favorecerá la realización de campañas, eventos y otras acciones de impacto que permitan generar una mayor conciencia, la promoción de la participación del tercer sector de acción social en las iniciativas públicas o la cooperación y colaboración con otras administraciones y entidades para el desarrollo de medidas que contribuyan a facilitar el acceso a la cultura de las personas en que concurra algún factor de riesgo.
