El Gobierno en Pleno del Concello de Marín rechazó el pasado jueves convertir la dársena pesquera en un Museo de Embarcaciones Tradicionales como había propuesto el PSOE de Marín. Según el portavoz socialista Manuel Pazos, «la insistencia en realizar una piscina de agua salada absolutamente innecesaria por parte de María Ramallo en lugar de convertir la dársena en un museo flotante con embarcaciones tradicionales eliminará el último espacio marinero que existe en Marín, con lo que ello supone de pérdida de identidad y de patrimonio. Es una aberración suya que lamentaremos todos”.
Desde el punto de vista de los socialistas, Marín ha sido históricamente un pueblo que nunca ha espetado su patrimonio ni ha sabido poner en valor su pasado. «Hemos perdido para siempre el priorato, las fábricas de salazón, la lonja, la casa de baños, la villa del premio nobel José Echegaray, nuestra fachada marítima, la desembocadura del río Lameira, etc. y ahora la dársena pesquera que hay en el paseo Alcalde Blanco que constituye el último espacio que recuerda nuestro pasado como villa marinera. Los hemos ido perdiendo todos poco a poco hasta prácticamente borrar cualquier vestigio que refleje la importancia que la pesca tradicional tuvo en Marín».
Por este motivo los socialistas han presentado una moción que se ha debatido en el Pleno de la Cámara Consistorial de esta semana en el que reclamaban la conservación de ese espacio marinero, y en el que proponían que se mejorara su entorno inmediato y se acondicionara para acoger un Museo de Embarcaciones Tradicionales que ha existido en nuestra ría como tiene Bueu en el Astillero de Purro.
Para los socialistas se trata de un espacio de reconocimiento, de conservación y de puesta en valor de lo mejor de Marín. «Perder la oportunidad de recuperar y mejorar dársena para convertirla en algo tan innecesario como una piscina de agua salada en un municipio con kilómetros de playas naturales para que funciones unos pocos meses al año, nos parece un error que nos atrevemos a calificar de histórico», argumenta Manuel Pazos quien critica que «María Ramallo está confundiendo la mayoría absoluta con la verdad absoluta, y a pesar de las razones de peso que los argumentos que se le expongan, es incapaz de escuchar ya nadie que no sea a ella misma».