Las grandes firmas de moda intentan revertir el edadismo social del siglo XXI

Antes los mayores eran considerados sabios. En todas las culturas milenarias, los oráculos del saber estaban ocupados por los ancianos, las personas más mayores, en la griega, japonesa, china, india... sin embargo, todo eso ha cambiado en el siglo XXI por un desprecio absoluto a la senectud que la grandes firmas de moda, como Loewe, o las más populares, como Inditex, intentan revertir con modelos guapísimas y mayores. ¡Olé!
2 de noviembre de 2023
maggie smith

Echemos una mirada a nuestro pasado, a nuestra cultura milenaria, la griega, donde los grandes oráculos del saber estaban dirigidos por sabios. Del «sólo sé que no se nada» de Sócrates a maestros como Aristóteles y después Platón, nada se escapa a estas eminencias, venerados no sólo por su pueblo sino por el resto de Occidente. Suponen la base de lo que hoy somos. Sin embargo, algo ha pasado en el siglo XXI que desde su comienzo se evidencia una cierta discriminación hacia las personas mayor. Hasta se ha llegado a inventar una nueva palabra, el edadismo, para referirse a esta lacra social donde lo mayor, lo viejo parece no servir.

Para revertirla, las grandes firmas de moda, las más elitistas como Loewe, o las más populares, como Inditex, han buscado cambiar esta tendencia y buscar modelos más allá de los ochenta años en una muestra de respeto y admiración. Se trata de la actriz Maggie Smith, referente de todos los seguidores de Harry Potter, que protagoniza la nueva campaña de Loewe, con un bolso y abrigo maravilloso y sin apenas pintar, mostrando su dulzura y ternura en cada una de sus arrugas y su maravilloso pelo blanco y grisáceo. ¿Una apuesta atrevida? Juzguen ustedes mismos. A mí me encanta.

Inditex

La firma de Inditex Massimo Dutti se ha apuntado también a esta inspiración. Marta Ortega, presidenta de la firma gallega, ha apostado por la guapísima actriz Charlotte Rampling con 77 años para presentar la temporada de otoño. Esta joven empresaria, hija del fundador Amancio Ortega, innovadora y arriesgada, no se deja intimidar ni influir por corrientes que ella considera injustas. Sabe que sus propuestas marcan tendencia y resultan decisivas para esta sociedad del siglo XXI tan volcada en la imagen, en los filtros, en el Instagram, así que no ha dudado en dar protagonismo a la belleza de los años.

Se observa, pues, una cierta vuelta a los valores espirituales para frenar el exceso de vanidad entre los más jóvenes que ha imperado en los primeros veinte años de la centuria. Una persona que no lee, que no viaja, que no aprecia la cultura, la pintura, la música, el cine o el teatro, la naturaleza empieza a ser juzgada por su gran vacío, su falta de esencia, como el mismísimo Dorian Gray de Oscar Wilde. No resulta atractivo. No puede competir. A nadie le interesa imitarlo. Ya no resulta influencer de nada. No influye, ni se convierte en referente.

La caída en picado del dinero

El dinero empieza a valer lo que realmente vale: nada. Los grandes logros del espíritu son los que están calando en los nuevos jóvenes que ahora comienzan a tener valor adquisitivo. Atrás se van quedando las georginasrodríguez quienes cada día pierden más seguidores por las científicas, cantantes, escritoras, gente que de verdad aporta mucho más que un trasero. La demostración de una opulencia desmedida pierde frente a la sencillez y naturalidad. En mitad de dos guerras como la de Palestina-Israel, Ucrania-Rusia, donde cada día se observa a niños, mayores sufriendo, deja de tener sentido la riqueza desbordada. Se alzan voces a favor de un mundo más justo, menos irreal, más auténtico.

Por eso, podemos pensar que el edadismo empieza a darse la vuelta. Ojalá no sea algo efímero y sea sostenible en el tiempo. ¡No es fácil llegar a los 80 años! Y menos hacerlo en buenas condiciones de salud mental, sin demencias ni alzheimer. Ojalá volvamos a nuestros orígenes, a valorar esos momentos en los que escuchar a alguien que había acumulado experiencia, sabiduría, conocimiento, resultaba una delicia para los que empezábamos. Adorar a nuestros mayores resulta ahora mucho más inteligente que adorar a quienes acaban de salir del cascarón como ocurría sólo hace diez o veinte años. A esos se les puede admirar por su empuje e ilusión, por su innovación siempre que creen, pero respetando más a quienes han vivido, han experimentado, han luchado. Sin ellos, nosotros no seríamos nada. La belleza de la sabiduría.

2 Comments

  1. ¡Fantástico artículo! 👏 ¡Me ha encantado! 🥰 Profundo y lleno de sabiduría. Una vuelta a los orígenes estas iniciativas y una gran lección de ¡vida que muchos, muchísimos necesitan.
    La vanidad sobra en la sociedad de hoy y precisa ser substituída por una buena dosis de realidad y de valores. Así que… ¡Bravo por esa reflexión! 👏👏

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