Existen muchas escuelas de escritura, infinitos autores que cuentan sus experiencias en las redes sociales e internet, manuales de cómo ser un buen escritor, pero a la hora de aprender el complejo arte de atraer al lector, nadie como los grandes nombres de la literatura para enseñar.
Desde los más clásicos como «Construir una novela» de la espectacular Edith Wharton, hasta «Suspense. Cómo se escribe una novela de misterio» de Patricia Highsmith, «Mientras escribo» de Stephen King, para acabar con el maravilloso libro de «Antes de la lluvia» de Luis Landero.
Empecemos por el primero. Edith Wharton 1862-1937), considerada una Victoriana tardía, autora de dos de las mejores obras del siglo XX, La edad de la inocencia (1920) y La casa de la alegría (1905), imprescindibles ambas en cualquier biblioteca que se precie, escribe en este volumen sobre los distintos tipos de novelas de su época y sus estructuras, de la manera de presentar a los personajes, la construcción de los diálogos, la forma de reflejar el paso del tiempo y otros muchos aspectos de la construcción de una obra literaria.
El uso del diálogo
Nada mejor que utilizar sus palabras cuando habla de los diálogos: «Los diálogos deberían considerarse como la espuma en la que acaba la gran ola de la naturaleza curvándose hacia el observador que está en la orilla (…). El uso frugar del diálogo no sólo sirve para enfatizar los puntos críticos del relato, sino para darle en un conjunto un mayor efecto de desarrollo continuado» explica en «Construir una novela» (página 27). Absolutamente magistral.
La reina del suspense, Patricia Highsmith (1921-1995), asegura en esta obra «Suspense. Cómo se escribe una novela de misterio» que el escritor debe utilizar sus propias emociones para dar verosimilitud a lo que escribe. «El escritor aprovechará incluso las experiencias emocionales más insignificantes, si es posible. A estas experiencias también se las podría denominar golpes emocionales y sabe Dios que no siempre son agradables. Las vivimos desde la cuna hasta la sepultura», explica la autora de «Extraños en un tren» o «El talento de Mr. Ripley».
Las ideas o el huerto de Emerson
O como dice el gran Luis Landero (1948), Premio Nacional de las Letras Españolas 2022 y uno de los mejores escritores españoles contemporáneos, sino el mejor, «Nosotros somos únicos, al igual que nuestras caras y huellas dactilares son distintas, así también el alma y nuestra forma de ver el mundo y de sentirlo. Todos estamos condenados a ser originales, no lo olvidéis nunca. O mejor aún: en cada uno de nosotros está la semilla de la originalidad, y de nosotros depende de que caiga en buena tierra y fructifique en algo o que se agoste para siempre. La originalidad hay que dársela, no se da de balde por muy único, por muy distinto que uno sea o parezca ser. Para llegar a saber lo que valéis, y quienes sois vosotros, os lo tenéis que currar duro. No lo olvidéis tampoco», añade Luis Landero en «Antes de la Lluvia».