La nueva ABAU contempla cambios inesperados para algunas comunidades autónomas como es Galicia que fomentan la desigualdad en el acceso a la Universidad, entre ellos, materias nuevas de las que no existen guías precedentes, cambios en la naturaleza de algunas asignaturas y falta de matrices.
Las materias nuevas de las que no hay guías precedentes que puedan servir de referencia, como es el caso de las de modalidad como Dibujo Artístico II, Análisis Musical y Ciencias Generales son algunos de los problemas que la Xunta de Galicia observa en la nueva ABAU.
A esto se suman otras materias que cambian de naturaleza como el caso de Historia de Filosofía, que cambia de materia optativa a materia común para todo el alumnado; Artes Escénicas II, que cambia de optativa a materia de modalidad; y otras optativas con cambios importantes en sus currículos como Empresa y Modelo de negocio, Geología y Ciencias Ambientales o Fundamentos Artísticos, a lo que se añaden toda una serie de materias optativas que comenzaron en el presente curso y de las que no se tiene ninguna referencia.
En este contexto, la Xunta denuncia el abandono de funciones del Ministerio ante estas pruebas, que aboca a una absoluta incertidumbre e indefensión tanto al profesorado como a los alumnos implicados en el proceso.
Matrices de temarios
Uno de los ámbitos en los que se hace más hincapié es en la falta de matrices de especificaciones de los temarios de las distintas materias, que el Ministerio no fija. Estas matrices, alega la Consellería, “son un elemento clave en las características y en el diseño de las pruebas”, tal y como establece el real decreto de 2016, que sigue vigente.
En este sentido, la Consellería de Educación reclama que en este proyecto ministerial se recuperen las definiciones de las matrices de acuerdo con los actuales currículos, señalando las competencias específicas, los criterios de evaluación y los saberes básicos.
Marco común
La Xunta de Galicia exige un marco común homologado que garantice la equidad para todos los estudiantes. Para eso, acaba de presentar un conjunto de alegaciones al proyecto de orden ministerial encaminadas a corregir esta deriva que abre la puerta a mayores diferencias entre las pruebas que se elaboran desde los diferentes territorios, tanto a nivel de contenidos como de grado de dificultad.
Esto, según se recoge en el texto de los alegaciones, agravará aún más la consecución del objetivo de garantizar la equidad, la igualdad de oportunidades y una justa concurrencia competitiva en el contexto de distrito único de acceso a la universidad, como viene reclamando Galicia desde hace años.
Pese al anuncio del Gobierno del Estado de habilitar un modelo de transición con cambios mínimos respeto al modelo vigente para adaptarse a la nueva Ley educativa y al currículo de Bachillerato, la Xunta expone que el proyecto de orden ministerial supone una ruptura total con el modelo vigente hasta ahora y echa abajo el compromiso del Estado de que los cambios fuesen mínimos en este período de transición.