El mercado laboral evoluciona constantemente. Factores como la globalización, el auge de las nuevas tecnologías, los nuevos hábitos de consumo, el cambio climático y las crisis sociales y económicas, provocan que el futuro del mercado de trabajo se transforme y sea cada vez más incierto y mutable. La inteligencia artificial y la robótica suponen, además, una nueva amenaza: la desaparición de algunos tipos de trabajo y la aparición de otros.
Una de las características más destacable de la nueva forma de trabajar implica la flexibilización del empleo lo que supondrá una deslocalización del puesto y la necesidad de personas versátiles con gran capacidad para adaptarse al cambio. Por su parte, la tecnología requiere que los entornos de trabajo varien. Ante todos estos cambios, el trabajador tiene que estar preparado para un nuevo modelo de empleo, más digital y permanente.
Transformación digital permanente
Se han identificado varias tendencias laborales que harán que tanto empresas como trabajadores/as tengan que adaptarse para seguir formando parte del mercado de trabajo. Entre ellos destacamos, los siguientes:
Formación y adaptabilidad. Se requerirá más formación y competencias transversales, como liderazgo, pensamiento crítico, comunicación y gestión del cambio.
Transformación digital permanente. Se acelerarán la digitalización de los procesos laborales y la automatización del trabajo. Esto dará lugar a la extinción de algunos empleos y que los que se mantengan requieran nuevas habilidades y formas de trabajar.
Desaparición de los empleos rutinarios y repetitivos. El auge de las nuevas tecnologías hará que la mitad de los empleos los ocupen las máquinas. Las habilidades de alto nivel serán cada vez más importantes, en detrimento de las manuales y físicas.
Temporalidad y externalización de servicios. El empleo estable será poco frecuente y la búsqueda de nuevas oportunidades laborales será constante. Además, las empresas buscarán reducir el personal fijo contratando trabajadores autónomos cuando sea necesario.
Flexibilidad laboral. El teletrabajo, total o parcial, y los horarios flexibles serán medidas que permitirán compaginar de mejor manera la vida personal, familiar y laboral de los empleados. Consistirá en encontrar un equilibrio entre los intereses del trabajador y de la empresa en que ambas partes salgan beneficiadas.
Empleos Minijobs, Freelance, Crowdsourcing
Las empresas buscarán a los trabajadores que mejor se ajusten con cada puesto de trabajo, teniendo en cuenta su perfil profesional y ofrecerán diferentes tipos de contratos que respondan a sus necesidades. Ejemplos de ello:
A) Minijobs, contratos de baja remuneración con un número reducido de horas de trabajo que no requieren cualificaciones.
B) Trabajos freelance: La empresa contrata a un/a trabajador/a para un proyecto determinado y este consigue un elevado grado de especialización en un campo concreto. Permite poder trabajar para varias empresas y conseguir una mayor autonomía laboral.
C) Crowdsourcing: colaboración abierta que consiste en externalizar tareas que originalmente realizaban los/as empleados/as en un grupo de personas cualificadas.
Formación continua
La formación continua tendrá un papel clave. Formarse a lo largo de la vida será fundamental para poder adaptarse a todos los cambios que se producirán en el mercado laboral. Estar constantemente aprendiendo cosas nuevas permitirá continuar siendo trabajadores/as competitivos/as frente a un mercado de trabajo en el que las nuevas tecnologías supondrán un gran impacto ganando territorio y en la automatización de procesos.
Algunas de las competencias profesionales que deberán tener los/as son:
Pensamiento crítico.
Habilidades comunicativas.
Competencia digital.
Adaptación al cambio.
Capacidad de aprendizaje.
Iniciativa.
Orientación a resultados.
Disponibilidad de movilidad profesional.
Conocimiento de idiomas.
Además, en la búsqueda de empleo será importante construir tu marca personal, trabajar en la red de contactos (networking) y ser cuidadoso/as con las redes sociales.