El amor en tiempos de Tinder con cautela: un manual de avisos para el día de los enamorados

A menos de un mes del Día de los Enamorados y con la impactante noticia de los fraudes amorosos que esta semana ha dejado tres asesinatos en Morata de Tajuña, un pueblecito al lado de Madrid, donde han perdido la vida y el patrimonio tres hermanos septuagenarios, hablamos de la precaución con la que hay que ir a la hora de entablar relaciones de cualquier tipo, incluso de amistad.

El amor en tiempos de Tinder se convierte en un manual para saber manejarse en estas lindes y evitar dramáticas consecuencias, de hecho es uno de los avisos que aparecen en el primer capítulo, porque durante la investigación para escribir el libro la autora confiesa que no sólo conoció mujeres estafadas sino muchos hombres mayores y solos, necesitados de cariño, a los que se acercaban rusas jovencísimas y guapísimas que no son otra cosa que africanos contratados por las mafias para embaucar a los pardillos.

Por lo tanto, siempre que le pidan dinero en este tipo de redes sociales, abandone. Ni le escuche. Dinero debe ser todo lo contrario al amor. Si alguien necesita lo que sea, bórrelo, bloquéelo y si puede, denúncielo en la misma red social.

Corazones rotos

En Marín tenemos el caso del tipo ese feo, sin dientes, sin don de gentes, que ha dejado un rastro importante de corazones rotos. Desde mi punto de vista, antes de iniciar nada, usted debe tener un autoconocimiento de sí mismo importante. Si jamás le han dicho en toda su vida, que usted la persona más bella del mundo, posiblemente si se lo indica alguien que está detrás de una pantalla no se lo crea. Eso no quiere decir que usted no sea atractivo, pero vamos a ver… sepa que no es Brad Pitt (es a lo que voy).

Porque este tipo de estafas está ocurriendo tanto a hombres como a mujeres, todos en un momento de debilidad, de inseguridad, podemos dar crédito a quien nos dice lo que queremos oír. Dicen los psicólogos expertos, que este tipo de mafia o despiadados estafadores emocionales, actúan como las sectas, que primero alagan, después cuando su víctima le cuenta lo que piensan sus familiares o amigos sobre lo que está haciendo, le comprenden y ayudan (así lo captan, sólo por interés) y cuando ya lo tiene captado, le exige (puede ponerle en la tesitura de «tu familia o tu amor»). No lo desdeñe.