Ansiar la eterna juventud parece ser un rasgo de la especie humana todavía inalcanzable. El envejecimiento forma parte del desarrollo de los seres vivos y resulta inevitable. Con el alargamiento de la esperanza de vida, aumenta el riesgo de aparición de enfermedades, entre ellas, las neurodegenerativas. Sin embargo, existe otra forma de llegar a cumplir años sin que veamos tan mermadas nuestras capacidades. ¿Cómo? Con el envejecimiento, activo o exitoso, que permite llevar una vida de alto funcionamiento. Si le interesa practicarlo, siga leyendo porque aquí le hemos resumido sus principales claves.
En la actualidad, no existe ningún fármaco que revierta el deterioro cognitivo que genera la edad. Por tanto, depende de cada uno decidir cómo quiere envejecer. En primer lugar, se debe aceptar que envejecer forma parte de la vida. Luchar contra la naturaleza parece inevitable. Si se es afortunado y no padece ninguna enfermedad, solo supondrá un desgaste físico y mental. A partir de este punto, deberíamos preguntar, cómo podemos lograr un envejecimiento exitoso.
¿Qué hacer para prevenir el deterioro?
No todas las personas envejecen de la misma manera. Son muchos los factores que influyen en el desarrollo de las personas. Factores genéticos, hormonales, metabólicos o ambientales, entre otros, se combinan para dar forma al proceso de envejecimiento. Asimismo, la forma en que envejecemos está en línea con cómo ha sido nuestra vida y los hábitos que hemos mantenido a lo largo de los años. Comenzar cuanto antes a practicar hábitos saludables, puede ser una buena idea para alcanzar el elixir de la eterna juventud. No existen secretos: una buena nutrición, actividad física, relaciones sociales y estimulación cognitiva parecen ser los milagros para una vejez plena.
Nutrición
Prevenir el deterioro cognitivo que acompaña al envejecimiento supone afrontar el proceso desde diversos frentes. Por un lado, resulta imprescindible tomar conciencia de nuestra alimentación y ajustarla a nuestras necesidades, tanto en cantidad como en el tipo de alimentos que ingerimos. En determinados momentos, puede ser necesario añadir algunos complementos a nuestra dieta.
Actividad física
Por otro lado, la actividad física mejora el funcionamiento cognitivo, la salud y el estado de ánimo, por lo que es importante mantener un nivel de actividad física acorde a nuestras necesidades, deseos y capacidades.
Relaciones sociales y actividades de ocio
Además de estos dos factores fundamentales en nuestro desarrollo es, igualmente, importante mantener actividades sociales y de ocio acordes a nuestros deseos: visitar museos, ir al teatro, realizar excursiones, salir a tomar un café con amigos… Todas estas actividades ofrecen también la oportunidad de conocer a otras personas.
Estimulación cognitiva
Por último y, probablemente, uno de los factores más importantes para evitar o minimizar el deterioro cognitivo es la estimulación cognitiva. Esta comprende todas aquellas actividades orientadas a mejorar el rendimiento y la eficacia de capacidades cognitivas como son la memoria, atención, lenguaje, razonamiento o la planificación, entre otras.
La lectura de manera continua supone un claro beneficio para nuestro cerebro y, por qué no, aprender a tocar un instrumento, familiarizarnos con las nuevas tecnologías de la información, aprender un idioma, empezar una carrera, aprender a nadar… En definitiva, hacer cosas nuevas.
Mantener la mente activa puede preservar el funcionamiento de nuestro cerebro del daño causado por el deterioro. Nunca es tarde para cuidarse y ganar salud. Como reza una frase célebre de Santiago Ramón y Cajal: «Todo hombre, si se lo propone, puede ser escultor de su propio cerebro».
Inmaculada Quílez es psicóloga, divulgadora, máster en Comunicación y Directora de la Sección Salud&Psicología de Diario Marín.
Fantástico artículo 😍