No se puede nunca comparar unas elecciones generales con unos comicios regionales y mucho menos con unos municipales, donde se vota a la persona, más que al partido. Eso ya lo sabemos, pero sí de algo sirve analizarlo es para saber cómo andaba el pulso marinense, entonces, el 23 de julio de 2023 y como anda ahora de cara al 18 de febrero, la convocatoria a presidir la Xunta.
Vayamos por partes. En ese momento, el voto censado en Marín ascendía a un total de 19.883 votantes, pero de ellos sólo ejercieron su derecho 13.967 votantes. Por lo tanto, casi 6.000 votantes censados en Marín (5.916) no quisieron ejercer su derecho a decidir, y de los que lo hicieron hubo 100 papeletas en blanco y 158 votos nulos.
En esa ocasión, los dos partidos mayoritarios, PP y PSOE, cosecharon el mayor número de votos en esta localidad, aunque con una gran diferencia. El PP recabó casi la mitad del voto emitido, 6.163 votantes, lo que supuso un 44,63% frente a los 3.834 votos del PSOE Marín, un 27,76%. Por lo tanto, si esos resultados se repitieran en las Elecciones Gallegas cabría prever el apoyo casi mayoritario de los marinenses en el Gobierno Popular.
Ni siquiera sumando los votos de la izquierda, con los del PSOE de Marín más Bloque Nacionalista Gallego (BNG) que en los comicios generales ascendieron a 1.098 votos, un 7,95%, podrían dar un giro al sentir general del pueblo de Marín. Sólo en el caso de que se añadiera el voto de Sumar, la izquierda en su conjunto lograría desplazar al PP en las Elecciones Municipales. De hecho, Sumar cosechó en electorado marinense 1.527 votos, un 11,05%, por lo que sumando todos ellos, el conjunto supondría 6.459 de la izquierda.
Marín, una villa de izquierdas o derechas
Históricamente Marín ha sido siempre un pueblo de marineros más cercanos a la izquierda que a la derecha y el voto del conjunto de la izquierda lo avala. Pese a ello, lo que está claro es que no tiene una derecha demasiado ultraconservadora, porque en los últimos comicios municipales Vox no obtuvo representación en el Concello por no aunar la cantidad de votos necesaria para tener un sólo concejal. En las Elecciones Generales, Vox fue votado por 956 personas, lo que no le dio acceso a entrar en el Gobierno local. Tampoco obtuvieron representación otros partidos minoritarios, como el animalista Pacma, etc.
El problema reside en que la izquierda resulta mucho más diversa que la derecha. Para Marín, sólo existe un partido conservador al que merece la pena votar: PP, porque el pueblo al parecer desdeña a Vox. De esta manera, el PP de Alfonso Rueda, de Alberto Feijoo y María Ramallo, Alcaldesa de Marín, logran competir sin problema con la izquierda de Marín, que en esta localidad sólo está representada por PSOE de Marín y BNG de Marín. Tampoco Sumar se presentó en las pasadas Elecciones Municipales porque ni siquiera existía el partido.
Pero la realidad es que las encuestas siempre se pueden dar la vuelta. Nadie sabe a ciencia cierta la intención de voto del vecindario, si está contento con la política llevado a cabo en su localidad, en su pequeño pueblo y quienes transitan por el centro pueden fácilmente inclinarse a un lado u otro. Ha ocurrido siempre. Por eso, existe la alternancia de Gobierno, porque hay gente una vez vota a uno y otra a otros.