Aunque el Concello de Marín no tiene ninguna competencia en el Centro de Salud de Marín, porque esta atribución pertenece a la Xunta de Galicia o al propio Gobierno de Pedro Sánchez en caso de emergencia -como ocurrió con la pandemia de la Covid que el Estado asumió la situación creando leyes específicas-, bien a través del Ministerio de Sanidad, bien del Ministerio de Educación al gestionar éste la nota de corte de los médicos para abrir el acceso a la profesión de médicos o especificar el cupo necesarios de facultativos, ayer María Ramallo, Alcaldesa de Marín, quiso realizar una radiografía de la dotación de personal sanitario en el Centro de Marín en el Pleno de la Corporación.
Pese a su buena intención, el Ayuntamiento no puede arreglar los problemas sanitarios, ni bajar las listas de espera en Atención Primaria, ni realizar convocatorias públicas para incluir más médicos, ni ampliar el cupo, ni bajar la nota de corte, ni siquiera cuenta con el poder sobre el propio centro ni su directora y esto es muy importante conocerlo para no llamarse a engaño. El personal sanitario del Centro de Saúde de Marín no depende de la Alcaldía sino de la Xunta, y en épocas en las que arriesgó su vida, resulta lícito y obligado defender su entrega a la sanidad pública.
Ni a Ramallo se deben los aciertos ni tampoco las esperas de los pacientes marinenses, todo depende de Alfonso Rueda. El hecho de que existan prolongadas listas de espera para ser atendido por el médico de cabecera (de hasta quince días), que urgencias se encuentre, en ocasiones, sin facultativos o que haya dos vacantes de pediatría sin cubrir pese a tenerlas concedidas por la Xunta, tiene que ver con la política regional y nada con la municipal o estatal. Para los partidos de izquierda que se unieron en defensa de la sanidad pública en Santiago de Compostela que la población lo conozca es muy importante y de ahí, la concentración del BNG en el propio Centro de Saúde de Marín, de cara a las Elecciones Autonómicas del 18 de febrero.
El problema con la pediatría en Galicia, por tanto, se debe a que no existen especialistas de este ramo y nadie de fuera de la comunidad autónoma está dispuesto a desplazarse a Galicia para ejercer aquí por el desconocimiento de la lengua para poder presentarse a la oposición. Es algo que también ocurre en otras regiones como en Cataluña. Si es necesario pasar un examen de gallego, nadie que no hable gallego quiere presentarse porque no lo va a aprobar. Es de perogrullo. Por eso, los sanitarios gallegos son gallegos, ni madrileños, ni vascos, ni catalanes, ni andaluces, porque lo suspenderían.
Por el contrario, el acierto de haber incluido en el Centro de Salud de Marín un psicólogo clínico desde el mes de enero para cubrir los problemas de salud mental en Marín y Bueu, también se debe a Alfonso Rueda, al Gobierno regional. En este sentido, el pasado fin de semana y mañana vuelven a retomarse los exámenes para obtener una de las plazas en el Sergas, unas pruebas que permitirán incorporarse nuevos profesionales, médicos y enfermeros a los centros gallegos.
Listas de espera de casi 15 días
Es el Gobierno de la Xunta de quien dependen los 59 profesionales que conforman la plantilla de Marín y Seixo. 16 médicos de familia, dos de ellos en baja de larga duración, 2 pediatras (y 2 plazas pendientes de cubrir en canto exista personal disponible para la contratación), 19 enfermeras, 4 auxiliares, 2 matronas, 8 administrativos, 1 odontólogo, 1 higienista, 1 trabajadora social, 2 fisioterapeutas, 1 farmacéutico y 1 nutricionista, esta última compartida con Bueu.
«Desde xaneiro sumouse un novo perfil profesional moi necesario nestes momentos: un psicólogo clínico que pasa consulta desde xaneiro no noso Centro de Saúde, o que o convirte no único en toda a área sanitaria xunto co Virxe Peregrina de Pontevedra no que se presta este servizo”, recalcou Ramallo. En estos momentos, todas las plazas de médico de familia están cubiertas. “Non temos vacantes”, explicó la regidora.
«Destas prazas, dúas son baixas de longa duración que se están cubrindo cunha substitución e con prolongacións de xornada. No caso das catro prazas de Pediatría, hai dúas vacantes desde hai apenas dous meses debido a un concurso de traslados. O obxectivo é cubrir esas dúas prazas, que están totalmente recoñecidas dentro da plantilla xeral do sistema sanitario en Marín, pero de momento non hai pediatras dispoñibles nas listas de contratación”, aclara Ramallo.
5,3 millones de euros costó el Centro de Salud
La alcaldesa también hizo referencia a urgencias. Tan sólo hace un año que se cubrieron las plazas y pese a asegurar que nunca se quedó el servicio desatendido, esa afirmación no resulta cierta porque ha habido picos de pacientes en verano en los que personalmente esta redactora ha tenido que asistir varias veces a urgencias donde hubo que llamar urgentemente a un médico por no presentarse quien le tocaba. Quienes estuvimos allí, sabemos que esta es la verdad y con pruebas.
“Todos entendemos que os picos de ingresos ou de infeccións respiratorias, por exemplo, como as que se puideron vivir nos peores momentos do inverno, tensionan as urxencias. Pero non é verdade que non tiveramos médico. Desde o 10 de febreiro do ano pasado están todas as prazas do PAC cubertas e nunca quedou este servizo desatendido”, dijo Ramallo.
«Nos últimos 11 anos, creamos un novo Centro de Saúde, que era unha necesidade imperiosa á que se destinaron 5,3 millóns de euros en 2016 e que cambiou radicalmente a asistencia na nosa vila. Pero tamén recuperamos a ambulancia no PAC as 24 horas, engadimos Radioloxía ao catálogo de servizos do Centro de Saúde, restablecimos no seu día a praza de médico en Seixo os cinco días á semana e recuperamos a dotación de fisioterapeutas”, enumeró la alcaldesa.
Centro de Día
Además, habló del Centro de Día para señalar el esfuerzo de la Xunta en la ayuda de un envejecimiento activo físico y mental, algo que tampoco depende de ella, sino del Alfonso Rueda, presidente de la Xunta, que se acercó a Marín a inaugurarlo. “Non podemos deixar atrás que desde hai pouco temos un Centro de Día público para poder axudar a un envellecemento activo e atendido en para os maiores que teñen recoñecido algún grao de dependencia, o que supón un servizo esencial que pouco a pouco está axundado ás familias que se atopan nesta situación”, señaló.