El Día de San Valentín sirve para regalarse palabras, conversar y leer

El Día de San Valentín, que hoy hemos convertido en una jornada de consumo y celebración del amor y desamor, puede convertirse en un día especial para conversar y regalarse palabras. La historia de esta tradición se remonta a la Roma Antigua y a la prohibición de casarse emitida por el emperador Claudio II para que los jóvenes se alistaran en el ejército.
14 de febrero de 2024
día de san valentín

La historia de San Valentín ni es romántica, ni nada tiene que ver con Cupido. El origen tuvo lugar en el siglo III, cuando el cristianismo comenzaba a extenderse. En esos momentos gobernaba el emperador Claudio II el Gótico, que promulgó una ley por la cual prohibía casarse a los jóvenes para que pudieran alistarse en el ejército.

Al no estar de acuerdo con dicha ley, un joven sacerdote llamado Valentín decidió desafiar la prohibición del emperador y empezó a celebrar matrimonios en secreto entre jóvenes enamorados, además de lograr que muchos se convirtieran al cristianismo y asistir a los presos antes de ser torturados y ejecutados.

Tras ser descubierto, Valentín fue arrestado y confinado en una mazmorra, donde el oficial encargado de su custodia le retó a devolverle la vista a su hija Julia que había nacido ciega. El joven sacerdote aceptó el reto y en nombre de Dios devolvió la vista a la joven, con lo cual logró que el oficial y toda su familia se convirtieran al cristianismo. A pesar del milagro, Valentín siguió preso, y el 14 de febrero del año 269 fue lapidado y decapitado.

La leyenda cuenta que Valentín, enamorado de Julia, envió una nota de despedida a la muchacha en la que firmaba: «De tu Valentín», de ahí la expresión anglosajona con la que se firman las cartas de amor: «From your Valentine». Julia, agradecida, plantó un almendro que dio hermosas flores rosadas junto a la tumba de su amado, de ahí el simbolismo de este árbol para expresar el amor y la amistad duraderos.

Siglos después Valentín fue elevado a los altares, y en el año 494 el papa Gelasio I declaró el 14 de febrero, el día de su martirio, como el día de San Valentin. Enterrado a las afueras de Roma, en la vía Flaminia –un lugar que sería más tarde conocido como Puerta de San Valentín–, su tumba se convirtió en lugar de peregrinaje durante la Edad Media.

Después de saber esta historia tan fatídica, lo mejor que pueden regalarse los enamorados es tiempo. Tiempo para conversar, para comunicarse y poner sobre la mesa los distintos puntos de vista. En suma, tiempo para amarse con las palabras, para leer conjuntamente, algo que no cuesta dinero y que sólo alimenta el alma, pero si existe un detalle dulce o floral también resulta bienvenido. ¡Feliz San Valentín!

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