Se necesitan médicos, enfermas, pero también otro tipo de personal sanitario para vaciar las listas de espera. A juzgar por los 18.377 aspirantes que se están examinando ayer y hoy en Silleda, demanda para ocupar algunos de los puestos que existen en Sergas hay en Galicia. Sólo tendrán derecho a ocupar las 779 plazas que se distribuyen en 10 categorías del sistema sanitario público gallego quien obtenga una buena nota. Pero no olvidemos que existen profesiones sanitarias, como los psicólogos clínicos, que necesitan una convocatoria ad hoc.
De hecho, la diputada de BNG, Montse Prado, dijo que entre el 20% y 25% de las consultas de atención primaria presentan problemas de salud mental. Y no sólo estos, sino también fisioterapeutas, oculistas, logopedas, podólogos, dentistas, biólogos, técnicos de laboratorio, nutricionistas, incluso estéticos, porque que me diga alguien como afrontar una vida cuando te han destrozado la cara y así podríamos llenar una lista entera de asuntos relacionados con la salud.
Otras profesiones
Por la salud pública, hay que gritar, chillar, para que nadie le ocurra que cuando vaya a urgencias se encuentre sin médicos como este verano ocurrió en Marín. La pandemia nos dejo bien claro cómo se sacrificaban estos profesionales vocacionales para salvar a la población y después nadie escuchó sus peticiones. Fueron los políticos quienes prefirieron prefabricar hospitales, como en Madrid (y así ofrecer concesiones costosas a empresas amigas), antes que reforzar el sistema sanitario. Y así nos va…
En Diario Marín, nos negamos a callarnos. Nuestros médicos, enfermeros y profesionales sanitarios, que hacen jornadas interminables y la mayoría cuentan con contratos precarios de días, se merecen más atención. Más plazas. Bajar un poco la nota de ingreso, quizás. Abrir el cupo universitario. Si el sistema consigue hacer eso, planificar adecuadamente las necesidades de personal, de recursos, todos ganaremos. Se trata de fortalecer lo público frente a lo privado, como la enseñanza, la justicia.
¡Que nadie olvide que tanto Sanidad, como Educación o Justicia, lo gestionan las propias comunidades autónomas, en nuestro caso la Xunta! Que nadie eche la culpa al Gobierno central ni a su Ayuntamiento, porque ninguno de ellos puede inmiscuirse en las competencias cedidas a las comunidades autónomas, y la gente del pueblo, no debería confundir la gestión estatal o la municipal con la regional.